Portada
Sudáfrica se consagra campeona del Mundial de Rugby al vencer a Nueva Zelanda en una emocionante final

Sudáfrica se convirtió en el equipo más exitoso en la historia del rugby internacional al conquistar su cuarto título de la Copa del Mundo de Rugby, tras vencer a Nueva Zelanda en una emocionante final en el Stade de France de París. En un partido que mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos, los Springboks superaron a los All Blacks por un ajustado marcador de 12-11.
El equipo sudafricano tomó una temprana ventaja en el marcador, aprovechando las oportunidades creadas por las tarjetas amarillas de Shannon Frisell y la expulsión del capitán neozelandés Sam Cane. Handré Pollard se destacó como el anotador estrella del partido, asegurando valiosos puntos para Sudáfrica a través de sus certeros tiros a puerta.
Nueva Zelanda, por su parte, luchó denodadamente contra la sólida defensa sudafricana e hizo todo lo posible por remontar el marcador. Lograron un crucial ensayo gracias a Beauden Barrett, pero la transformación fallida por Richie Mo’unga resultó ser costosa para los All Blacks y les impidió tomar la delantera en el marcador.
El partido fue sumamente reñido, y la precisión de Handré Pollard en la posición de apertura fue fundamental para mantener la ventaja de Sudáfrica. A pesar de un esfuerzo valiente por parte de Nueva Zelanda en los minutos finales, los Springboks finalmente se llevaron la victoria.
Sudáfrica se convierte en el equipo más exitoso en la historia de la Copa del Mundo de Rugby
Con esta victoria, Sudáfrica se convierte en el equipo más exitoso en la historia de la Copa del Mundo de Rugby, habiendo conquistado el título en cuatro ocasiones (1995, 2007, 2019 y 2023). Por otro lado, los All Blacks se quedaron con tres campeonatos en su historial.
Los detalles del partido muestran la intensidad de la final: el primer tiempo estuvo marcado por los acertados tiros a puerta de Handré Pollard, mientras que en el segundo tiempo, Beauden Barrett anotó un crucial ensayo para Nueva Zelanda.
El árbitro australiano Angus Gardner dirigió el partido en el Stade de France de París, que fue testigo de un emocionante choque entre dos de los equipos más destacados del rugby mundial.
Con información de agencias.