LA DIPLOMACIA DE LA PAZ

En la historia de la diplomacia multilateral Guatemalteca resalta el hecho de haber sido país fundador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Conferencia de San Francisco de 1945 y el hecho que por primera vez se integró el Consejo de Seguridad de esta Organización, como mimbro no permanente, en el año 2012.

Llegar a esta posición en representación del continente de América conllevó un esfuerzo y despliegue diplomático de varios años tras el episodio del 2006 cuando en busca de esa posición Guatemala se enfrentó en la elección a Venezuela y tras cuarenta y siete rondas de votación ninguno de los dos países logró los votos necesarios para ser electos, siendo en esa ocasión Panamá quien como candidato de consenso en la región fuere electa.

La aspiración de Guatemala a ser parte del Consejo de Seguridad fue una tarea diplomática de varios años de preparación y gestión con la comunidad internacional y la candidatura se sustentó en otra de las particularidades históricas de la diplomacia multilateral guatemalteca.

Guatemala es de los pocos países que cuenta con la experiencia dual de haber recibido una Misión para el Mantenimiento de la Paz y de ser un país que contribuye activamente en este tipo de Misiones de la ONU.

Tras la firma de la Paz firme y duradera en diciembre de 1996, el Consejo de Seguridad creó la Misión de Verificación en Guatemala (MINUGUA) en la resolución 1094 (1997) el 20 de enero de 1997, misma que tuvo el propósito la verificación del cumplimiento del cese al fuego definitivo y la desmovilización de los integrantes de las guerrillas. Esta Misión permitió a Guatemala comprender el aporte del acompañamiento internacional en la construcción de la paz tras décadas del conflicto armado interno.

Ya en épocas de paz el Ministerio de la Defensa Nacional creo el Centro Regional de Entrenamiento de Operadores de Mantenimiento de Paz (CREOMPAZ), como un centro de formación regional para personal que pueda desplegarse a Misiones de Operaciones de Paz con una reputación reconocida en el continente y el cual recibe personal de múltiples países del mundo para su entrenamiento.

Guatemala ha optado por aportar expertos en Misiones, Oficiales administrativos y personal de tropa participando en misiones de mantenimiento de paz en diferentes partes del mundo. A noviembre de 2023 Guatemala mantiene un contingente de 24 expertos en Misiones, 12 oficiales administrativos y 182 personal de tropa para un total de 218 guatemaltecos sirviendo en cinco operaciones de paz actuales. Resalta la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO)en la que está asignado el contingente completo de tropa actual -dentro de ellos unidades de las Fuerzas Especiales Kaibiles-.  Históricamente Guatemala también tuvo un rol importante con la unidad de policía militar en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH). El desempeño actual e histórico de nuestros expertos, oficiales y personal de tropa han colocado a Guatemala con una reputación importante como colaborador de la Paz en el mundo.

El precio de esta participación ha llegado incluso al aporte máximo posible en el compromiso de la construcción de la Paz, cuando en 2006 en un incidente en MONUSCO una patrulla de Kaibiles fue emboscada y ocho de sus integrantes perdieron la vida. En marzo de 2024 otro incidente en MONUSCO reportó un oficial y seis integrantes de tropa guatemaltecos heridos en Saké (Norte Kivu), quienes fueron evacuados y atendidos médicamente y afortunadamente se logró estabilizar a todos ellos.

Con convicción Guatemala sigue construyendo Paz en el mundo y esta política resulta ser un elemento importante de política exterior nacional, que el Ministerio de Defensa coordina con el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Participar en estas Misiones de Paz genera varios beneficios al país y al personal que es desplegado, entre éstas:  mantener a Guatemala visible como un país comprometido con la Paz, entrenamiento especializado a todo el personal enfocado en la formación en Derechos Humanos, el desarrollo democrático, la importancia de la Paz en el mundo y la oportunidad para el personal desplegado de conocer otros continentes, culturas, idiomas y experiencias que expanden su conocimiento y vivencias de vida. Económicamente existe el beneficio de estipendios de Naciones Unidas para el personal desplegado que mejora sustancialmente el ingreso ordinario que el Estado de Guatemala paga como salario y también la reposición de los costos en los que incurre el país respecto del equipo, vehículos, transporte y armamento asignado a los contingentes desplegados. 

El mejoramiento del ingreso personal mensual del personal desplegado resulta también en un beneficio relevante para las familias guatemaltecas que dependen del ingreso de los integrantes de las fuerzas armadas desplegados como jefes de familia.

Mediante el reconocimiento que de éstos costos hace la ONU, las fuerzas armadas pueden ir paulatinamente actualizando el equipo con el cual se dotan a estas unidades y que beneficia las capacidades de nuestras fuerzas armadas ante la falta del cumplimiento político contenido en los Acuerdos de Paz Firme y Duradera en la que la reducción del personal debía estar compensada con inversión en movilidad y equipamiento para una mejor cobertura de éstas en el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales. Fuerzas armadas como las de la República del Uruguay cubren porcentaje importantes de sus requerimientos presupuestarios anuales mediante participación en Misiones de Operaciones de Paz. 

Otro beneficio adicional que poca atención tiene, es el hecho que la experiencia de quienes participan en éstas operaciones regresan a Guatemala siendo mejores personas comprometidas con la construcción de paz democrática que se vuelven en actores de bien en sus comunidades y pueden resistir de mejor forma la tentación de desviar sus conocimientos y experiencias hacia actividades al margen de la ley cuando el crimen organizado busca y aprovecha la debilidad y carencias sociales para ir penetrando nuestra sociedad y ganando control territorial ante la ausencia de autoridad del Estado.

Es importante que el Alto Mando de nuestras fuerzas armadas puedan comprender la importancia y potencial que Guatemala ha venido construyendo en la comunidad internacional como una nación comprometida con la Paz, para que sigan apoyando y se aumente nuestra participación en las mismas como una herramienta importante en la que se sustenta la posibilidad de regresar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el año 2028, una candidatura regional ya en marcha.

Sobre el autor:

Abogado y Notario de profesión, colegiado activo No. 5,220 con 28 años de ejercicio profesional, diplomático de carrera en el servicio exterior de la República de Guatemala con 23 años de servicio con el rango de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en situación de disponibilidad actualmente. En representación diplomática de Guatemala a servido en diferentes posiciones diplomáticas en las Embajadas de Guatemala ante los Estados Unidos de América, Belice y Londres así como ante la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Marítima Internacional, la Organización Internacional del Azúcar, la Organización Internacional del Café, la Organización Internacional del Cacao, el Grupo Internacional de Estudio del del Hule y ante la Organización de Estados Americanos (OEA) como Representante Permanente y dentro de ésta como Presidente del Comité Interamericano contra el Terrorismo y Vicepresidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica.