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Muerte de líder pandillero en Guatemala expone tensiones internas y ajustes de cuentas en el Barrio 18
Asesinan a “el Smoking” en Suchitepéquez: el incidente podría estar vinculado a conflictos internos en el Barrio 18, generando nuevas alertas sobre la violencia de pandillas en Guatemala.
El asesinato de Josué Alberto Mendoza Zente, alias “el Smoking”, el pasado domingo en San Francisco Zapotitlán, Suchitepéquez, revela una serie de conflictos y ajustes de cuentas dentro del Barrio 18, una de las pandillas más peligrosas en Guatemala.
El hecho:
Mendoza fue atacado mientras asistía a un servicio religioso en una iglesia evangélica, un hecho que investigadores de la Policía Nacional Civil (PNC) vinculan a una serie de muertes recientes entre los líderes de la clica Little Psycho Criminal.
¿Quién era alias “Smoking”?
Mendoza, uno de los líderes históricos de esta facción del Barrio 18, acumulaba 22 antecedentes penales y enfrentaba cuatro órdenes de captura por cargos que incluían asesinato, tentativa de asesinato y extorsión. Según la PNC, tras su fuga en 2016 de la prisión Preventivo para Varones de la zona 18, Mendoza operó desde Tapachula, México, hasta que recientemente regresó a Guatemala y se instaló en Suchitepéquez.
Negocio de taxi pirata:
La vida de Mendoza estuvo marcada por el control de actividades delictivas, incluyendo la extorsión y el uso de “taxis pirata” que operaban en zonas del municipio de Mixco.
Este negocio, que involucraba vehículos no autorizados, provocó tensiones internas cuando Mendoza intentó extender su influencia a través de estas actividades en territorios controlados por otros miembros de la clica.
Las desavenencias con los líderes superiores del Barrio 18 finalmente llevaron a que Mendoza fuera “desterrado” de la estructura de mando, un conflicto que escaló cuando se le acusó de actuar sin consultar a los líderes pandilleros.
En la misma línea de violencia, en abril de este año se reportaron las muertes de dos influyentes miembros del Barrio 18, José Daniel Galindo Meda, alias “el Criminal”, y Luis Humberto García Díaz, conocido como “Viejo Strong”, asesinados dentro del penal Fraijanes II.
Investigadores de la PNC señalan que estas muertes podrían estar ligadas a un “mal trabajo” tras un fallido intento de asesinato contra una fiscal del Ministerio Público, Miriam Reguero Sosa, un operativo que ambos planearon por orden de otro líder pandillero, Aldo Dupié Ochoa Mejía, alias “el Lobo”.
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